La Ironía de la Vida

La vida. La vida es un largo camino con obstaculos que debemos superar, es una carrera en la que cada uno va a su paso. La vida esta llena de caminos y sorpresas, llenas de emociones positivas y negativas, relaciones, traiciones, altos y bajos, momentos divertidos y también los hay tristes.

Algunos relacionan la vida con el destino, pensando que esta ya se encuentra escrita y que ninguna acción va a poder modificarlo. Otros piensan, que es como una hoja de papel en blanco, donde cada uno puede ir trazando lo que decida vivir. La gran mayoría hacen planes y de esa forma creen poder manejar el rumbo de las experiencias futuras, pero en verdad uno no puede simplemente determinar  lo que va a ocurrir, ni lo que se avecine, ya que la vida nos puede salir con diferentes sorpresas, sean estas ventajosas o deplorables.

Hay un grupo de personas que sueña con vivir aventuras, mientras otro grupo prefiere apegarse a un aspecto más convencional y establecido por parte de la sociedad. Mientras que, de igual forma, hay gente que cree que no puede hacer diferentes actividades, fuera de lo rutinario u ordinario y que debe seguir aquello que nos impone el Estado: asistir a la escuela, poder aprobar las diferentes materias y una vez terminado esa etapa, encontrar la carreara adecuada y del gusto de cada uno, estudiarla, recibirse obteniendo un título para poder después emplear el oficio que escojan, encontrar una pareja con la que poder casarse y tener hijos. Existe un público opuesto al anterior, con una visión diferente, pensado que podemos disponer una vida más alocada o contraria a la que exige el Estado, donde uno no debe seguir las reglas de éste.

Otra multitud cree en la vida pasada y que según las acciones que realizamos en aquella vida, repercuten las consecuencias y los beneficios en esta. Al hablar de una vida pasada no exactamente tiene que ser en singular, pueden haber más de una, es decir, que se podruce una cadena, arracancando una vida y al finalizarla, una nueva comienza. Por esto mismo, al hablar del tema de vidas pasadas suele ir de la mano con la reencarnación: cuando uno muere, según como fue su comportamiento en su vida, la reencarnación se da en un nuevo recipiente, mejor o peor. En cambio, existe otro gentío que piensa en que hay sólo vida después de la muerte, algunos creen que esa vida se desarrolla en el cielo o el infierno, y otros que no creen que sea de esa manera.

Al igual, que como hay seres humanos que creen en el cielo y/o infierno, hay quienes piensan que cuando somos alcanzados por la muerte, nuestro cuerpo queda profunda e infinitamente dormido. Mientras nuestro cuerpo queda dormitando, nosotros proyectamos sueños magníficos o nefastos, que reflejarían el cielo o infierno, respectivamente. Como también, a diferencia, otra parte piensa que después de esta vida, no se encuentra nada más, no exite nada más, ahí termina todo como si fuera un vacío infinito, todo de un solo color sin ningún movimiento o acción. Sabiendo que ya no pertenecemos a una vida, sino que a lo largo del tiempo quedamos borrados de la existencia misma, que ni en los recuerdos de unas pocas personas quedamos vivos.

A fin de cuentas, la vida para cada persona tiene una perspectiva distinta y cada una tiene su propio ritmo. Pero si hay algo que todas tienen en común: un principio y un final. Es por eso que se dice que la vida es un ciclo.

Es de suponer que con el avance de la ciencia y tecnología, la vida del ser humano a través de la historia, fue progresando y alargando los diferentes ciclos, de cierto modo atrasando la muerte. Pero resultan irónicas las vueltas y sorpresas que nos muestra, porque uno en el siglo XXI piensa que la vida de cada uno debe durar de los setenta años en adelante. Desafortunadamente, no es caso de todos.

Lamentablemente, existe gente que fallece a muy temprana edad, no se si estarán de acuerdo conmigo, pero yo considero que es una injusticia. Como hay personas que viven hasta poder envejecer y conocer a sus nietos, me pregunto: ¿Por qué hay otros que no pueden siquiera tener la oportunidad de tener hijos? ¿Por qué deben padecer alguna enfermedad o sufrir algún accidente que los lleve hacia la muerte? ¿Por qué no todos tenemos la mismas posibilidades de vida? ¿Acaso se merecían una vida más corta a comparación de la de los demás?

He escuchado y conocido historias de personas que han padecido enfermedades severas, desde el cáncer que es un procedimiento extenuante, como también así, lo es el alzheimer; hasta algo tan repentino y de una manera rápida e instantánea como la epilepsia o un ataque cardíaco. Asimismo, he sabido sobre personas que que han sufrido accidentes, en su mayoría automovilísticos. Es una desgracia que haya familias, amigos, conocidos que deban afrontar esta clase de situaciones y deban llorar esas muertes inocentes e injustas.

Opté abordar este tema para poder generar un pensamiento reflexivo hacia otros, ya que seguramente no es una problematica que nos planteamos diariamente o con frecuencia. Por eso mismo, pensé que era necesario poder concientizar a la mayor cantidad posible sobre este tema. Así, de esta manera, poder valorar y ser conscientes de las personas que nos rodean y de lo afortunados que somos. Simplemente recuerden: por más que un libro esté escrito, no significa que no pueda tener una secuela y cambiar el final. Pese a que parezca que la situación no tiene arreglo, nunca hay que darse por rendido.